Estáis viendo bien, no os falla la vista... ¡los niños están descalzos! Es premisa de la escuela primaria que los niños se encuentren en un ambiente cómodo y familiar. Los niños tratan a los profesores, con muchísimo respeto, por su nombre de pila, y los profesores trabajan para que, a su ritmo y según sus posibilidades, todos los niños vayan alcanzando los objetivos que se les proponen. Desde muy pequeños, los niños finlandeses asumen que son responsables de su aprendizaje y son muy exigentes consigo mismos porque saben que sus profesores esperan grandes cosas de ellos.
También visitamos los talleres que pertenecen al colegio y nos encontramos algunas caras conocidas en talleres de cocina, carpintería y mecánica.
Visitamos la Central Ostrobothnia University (Centria) donde el rector nos ofreció una presentación sobre Finlandia y esta escuela superior que acoge estudiantes de todo el mundo. Hicimos una visita guiada por las instalaciones y nos sorprendió descubrir que los estudiantes universitarios terminaron el curso a finales de abril y tan sólo tiene que presentar sus exámenes finales ahora en mayo.
Después de comer en el colegio, los chicos asistieron a una clase de cocina. Prepararon Karelian pasties, unos pastelitos rellenos de arroz muy típicos de aquí. La cocina olía realmente bien y la cata fue todo un éxito.
Quedamos a las 18:00 para una de las actividades más esperadas: sauna y bbq en la casita de Palmapirtti. Es un sitio precioso y tuvimos una velada de lo más agradable allí. Nos están tratando de maravilla.
Los chicos se atrevieron a probar al estilo finlandés... ¡no os imagináis los gritos al caer al agua helada! ;oD
Encontramos las firmas de los profes y alumnos de la anterior visita a Kokkola y, por supuesto, dejamos las nuestras para el recuerdo.
Hoy damos las gracias en sueco por este maravilloso día: tack tack!
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